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Saludo 1
Amado lector,
Si tienes a bien continuar leyendo este mi blog, que puedes considerar como tuyo, verás que solo hay una cosa que me mueve a seguir escribiendo, y es el inmenso amor que le profeso a todos y cada uno de mis queridos lectores.
Es este amor el que me ha permitido ver que muchos de nuestros amigos, vecinos, maridos, y prójimos en general no son felices en sus vidas. Por eso, y siguiendo la estela de Sócrates, Platón, Alejandro Magno, Gengis Kan, Chicho Ibáñez Serrador, Evo Morales y otros grandes pensadores de la historia, he desarrollado una nueva teoría filosófica capaz de remover los cimientos de la civilización. Traería una nueva era mundial de paz, amor y felicidad.
Pero necesito poder para cambiar el sistema. Necesitamos ser muchos para que nos oigan. Necesito vuestra ayuda, así que ¡uníos a mi revolución por una Vicentopía universal! ¡Viva la Vicentocracia!.
Saludo 2
Incauto lector,
Si has llegado aquí pensando que el título de esta página hacía alusión a algún tipo de práctica sexual innovadoramente morbosa, lamento tener que decirte dos cosas: la primera es que te has equivocado, y la segunda es que, ¡Tú estas enfermo! ¿Como se te ocurre que en una Web titulada el dedo en el ojo pueda haber sexo? Te recomiendo que dejes el onanismo y disfrutes mas de tu pareja, si es que la tienes ¡degenerado! Mira que entretenerte con esas cosas. Imágenes de hombres y mujeres practicando el ayuntamiento carnal en insólitas posturas, en multitudinarias orgías, con esos hombres tan bien dotados…... con sus perfectos cuerpos desnudos…….completamente depilados……rozándose…sudando…..¡Bueno basta!. He dicho que aquí no vas a encontrar nada de eso, ¡gorrino! Vete al google y haz una búsqueda de la letra “X”.
Aunque si eres una de esas personas que entienden el sexo como dominación, si lo entiendes como una forma de control, si te gusta la “erótica del poder” o que te insulten, en definitiva, si eres masoquista, quédate. Yo te dominaré con mi personal visión de la realidad y te haré sentir como el inútil que en realidad eres. ¡Únete a mi revolución!, ¡déjate mangonear! ¡Viva la Vicentocracia!
